jueves, 25 de agosto de 2011

Capítulo 9: “No llego…”



Pero que sorpresa me lleve… eran ellos, Gustav y Georg. Al momento en que saludaron, se pararon y se dirigieron hasta donde me encontraba, ambos me saludaron con un beso en mi mejilla.
- Ellos estarán aquí por lo que resta del verano – menciono Bill quien aun sonreía – y bien… ¿te gustó lo sorpresa?
- ¡Claro que si! – Exclamé feliz
- Sabia que te gustaría… bueno iré a preparar las cosas para el almuerzo, por mientras siéntate y quédate con los chicos, no me tardo – dijo dirigiéndose a la cocina.
Me senté en el sillón que se encontraba a un costado al cual estaban sentados ellos. Me sentía algo nerviosa.
- Bill me dijo que eres una de nuestras fans, ¿es cierto eso? – pregunto Georg mientras se sentaba.
- Si lo soy – respondí con una gran sonrisa
Así conversamos mucho tiempo, Bill me había invitado a comer, cosa que me negué de inmediato, pero el y los chicos insistieron, así que acepte. Mientras comíamos hablábamos de cómo nos conocimos Bill y yo. Algo, mas bien alguien estaba ausente… si el. No quise preguntar en donde se encontraba, pero para mi suerte alguien tenía la misma pregunta que yo…
- ¿Dónde está Tom? – Pregunto el tierno de Gustav
- No lo sé, me dijo que saldría a… ya lo olvide – dijo Bill rascándose la cabeza
En ese momento alguien abrió la puerta, todos volteamos para ver quien era. Y en efecto, era el, quien en sus manos traía algunas bolsas, al parecer había ido al supermercado.
- ¡Vaya!, veo que ya llegaron… y al parecer tenemos visitas – dijo Tom mirándome con una cara muy picara.
- ¿Dónde estabas?, pensé que me acompañarías a buscarlos al aeropuerto – exclamó Bill algo molesto
- Lo siento Bill, pero quise ir a comprar algunas cosas para el almuerzo
- Pues pudiste haberme avisado
- Lo siento Bill – se disculpo Tom mientras se dirigía hasta la cocina a dejar las bolsas.
Luego volvió y se sentó junto a Georg. Nuestro orden era el siguiente: Gustav se encontraba en la cabeza de la mesa, Georg frente a mí, luego le seguía Tom y finalmente Bill quien estaba sentado junto a mí.
Estábamos muy bien conversando, pero algo me incomodaba, me sentía observada. Disimuladamente guié mi mirada hasta quien me observaba, encontrándome con aquellos hermosos ojos. Al darse cuenta que lo miré, sonrió…. ¡Por Dios!, como amo esa sonrisa, es tan… tan hermosa. “¡Auch!” grito Tom, provocando que diera un brinco del susto.
- ¿Qué te pasa? – Pregunto algo extrañado Georg
- No es nada – respondió, algo que no era muy convincente
Luego de terminar de comer, nos levantamos y nos dirigimos hasta el living, pero antes alguien me detuvo.
- (tu nombre), ¿te gustaría salir con migo esta tarde? – Preguntó rascando su cuello
- No lo sé Tom, quizás tenga planes con mis padres
- Oh… pero si no tienes nada avísame, ¿si?
- Esta bien – le sonreí
Se acerco a mi y acaricio mi mejilla. ¿Por qué era así con migo?, tan tierno, cariñoso, amable… por un lado era lindo, pero por otro… no lo sé, era extraño, nunca creí que fuera así.
La tarde fue muy entretenida, la pase junto a los integrantes de mi banda favorita. Aun no lo podía creer, ¡estoy con ellos! Nada ni nadie podrá arruinar este día.
Tenía que volver a casa, así que me despedí de cada uno y luego salí.
Mis padres ya habían llegado, y me preguntaron donde estaba, bueno les conté todo y aproveche la circunstancia para preguntar si haríamos algo hoy. Ellos respondieron que no, pero mañana tendríamos que ir a una entrevista ya que habían encontrado un colegio para mí.
Me dirigí hasta mi habitación, y le mande un mensaje a Tom, diciéndole que no tenía planes para hoy. El respondió que lo esperara hoy en la plaza las seis de la tarde, que me recogería ahí. Para que mi tarde no fuera tan aburrida decidí encender mi computador (notebook, laptop, etc.), para conversar con mis amigos ya que los extrañaba mucho. Converse con mi prima Emy, quien me dijo que vendría pronto a Los Ángeles a visitarnos, ¡genial! ahora tendré a alguien que realmente me pueda entender, necesitaba consejos de prima. Mi tarde paso muy rápido, ni siquiera me di cuenta de que solo faltaban veinte minutos para que fueran las seis, ¡diablos!, me arregle lo más rápido posible y salí al encuentro.
Espere algunos minutos, pero no había señal de el. Ya me estaba cansando, así que decidí sentarme en una banca que estaba cerca. Media hora y aun no había señales. Ya paso una hora…. lo esperé una hora y… nada… no llego. Me dejo plantada, esperando como una pobre tonta, llena de ilusiones. ¿Por qué?, ni siquiera fue capaz de llamarme y decirme que no podría venir o ¡al menos inventar alguna excusa creíble! Mi día había pasado de ser perfecto a ser el más triste. No pude evitar soltar lagrimas, claro… creí que el era diferente pero… creí mal.
- ¿Qué te pasa? – sentí una mano sobre mi hombro. Rápidamente voltee para ver quien era.
- baje mi rostro- No es nada – mentí claro, ¿a quién le importaría mi estado?
- No te creo – caminó quedando frente a mi, luego tomo mi mentón haciendo que lo mirara – puedes contarme lo que sea, estoy para escucharte
Eso era lo que necesitaba, alguien que me escuchara. Al escuchar aquellas palabras, me pare y lo abrace, comencé a llorar como una desquiciada. El correspondió a mi abrazo, necesitaba desahogarme. ¿Por qué lloro?, ¡¿Por qué?! , el y yo no éramos nada, ¿por qué aun así me importaba tanto?, ¿por qué aun así me afectaba?, odio este sentimiento, será… será que el me importa… será que el… aun que me cueste reconocerlo, el… el me gusta.
- No sé que te abra pasado pequeña, pero puedes confiar en mí – menciono acariciando mi cabello.
- Gracias Bill, pero si te digo prométeme que no le dirás a nadie y menos a el – tenía mi cara apoyada en su pecho, podía sentir como este se inflaba al respirar.
- Te lo prometo, pero antes… – se separo de mi y luego saco algo de su bolsillo – déjame secarte esas lagrimas.
Bill con un pañuelo comenzó a secar mis lágrimas, luego acaricio mi mejilla y me sonrió.
No pude… no pude decirle a Bill lo ocurrido, no quería que supiera, no quería decirle lo que sentía, no quería decirle que llore por culpa de él, por culpa de la persona que me había invitado a salir y nunca… nunca llegó. Le mentí, le dije que me había peleado con mis padres… ¿qué clase de persona soy?, soy un asco… mentirle a la persona que se preocupo por mi estado, si, soy de lo peor.
Bill me acompaño hasta la entrada de mi casa, se despidió de mi con un cariñoso abrazo y susurro a mi oído “no te preocupes, ya veras que todo se arreglara”, me sentí horrible, una completa mentirosa. Le respondí con un “eso espero”.
Luego entre y fui directo hasta mi habitación. Me tire a la cama boca bajo y comencé a llorar. Las lagrimas salían de mi, aun no entendía el por que… que era lo que me causaba tanto dolor. Mi celular vibraba, lo tome y seque mis lágrimas, ya que no veía la pantalla. Era el… ¿cómo tenia el descaro de llamar?, ¿acaso no le bastó con lo que me hizo?, no conteste, esperé a que cotara y luego apague mi celular, no quería saber nada de el.



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¡Hola!, bueno el capítulo es algo corto, pero esto es lo que pude escribir >.< ya que mañana tengo prueba y tengo que estudiar mucho. Mañana subiré un capítulo mucho más extendido .
Gracias a las personas que comentan, me hacen feliz sus comentarios y me dan ganas de escribir más *-*. Bueno, cuídense mucho y comenten jajaja. Adiós ♥

6 comentarios:

  1. :O esta buenisimo (:
    Que habra pasado :/

    Isi.

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  2. siii aaaaaa c: es bacan sigue escribiendo ;)

    anto

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  3. aaahhh tom porque no llegaste.. sigue

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  4. ohhh quiero saber que pasa..seguro tiene un motivo por el cual faltar...mas vale que tenga un motivo ¬¬
    en fin me encanto el cap y quiero mas :D
    mucha suerte...besos

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  5. Soy nueva lectora y de verdad me encanta tu fic ;) Espero que la sigas

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