martes, 17 de enero de 2012

Capítulo 29: “Feliz cumpleaños… quizás no”

Recordar tiempos pasados. Echar un vistazo a lo que fue nuestro pasado. Siempre abran cosas que te lo recordaran. Fotos, palabras de personas que te vieron crecer, algún juguete. A veces deseas volver al pasado, para que todo sea más fácil, pero es imposible… Es parte de la vida crecer, experimentar cosas que no quieres, pero que tienes que hacerlas. Suele suceder que cuando cometes un error dices “ojalá esto nunca hubiera pasado”… “¿Por qué lo hice?”… “me gustaría volver el tiempo atrás y arreglar lo ocurrido”…
¿Por qué lamentarse cuando el error está echo?... ¿Cuesta admitir que cometimos un error?
Sí, cuesta admitir que cometimos un error. Pero lo mejor de todo es que gracias a los errores aprendes a crecer, las personas aprendimos de los errores, quizás podríamos haberlos evitado, pero las cosas siempre pasan por algo, sea para bien o para mal.
Cada día crecemos y nos hacemos más viejos. Aja… es increíble como pasa el tiempo, ¿no? Pareciera que fuera ayer cuando entre por primera vez a la escuela, cuando conocí a los que actualmente son mis amigos. Con ellos reí, llore, pelee, hice travesuras que, fueron castigadas, más peleas, pero después de todo uno se da cuenta que aprendes una lección.
Los amigos son parte de la vida, unos se van, otros llegan, ahí es cuando uno se da cuenta de quienes eran verdaderamente tus “amigos”. Por otra parte esta la familia, quienes desde siempre me vieron crecer. Mis padres, algo fundamental, gracias a ellos soy lo que soy. A pesar de las peleas, regaños, en fin, todo eso es para mi bien. Ellos siempre quieren lo mejor para los hijos, aunque a veces los hijos creemos que nos están haciendo la vida imposible, pero no es así, mientras creces te vas dando cuenta de que era por tu bien, para que fueras alguien mejor a futuro…
“Feliz cumpleaños hija”. Sería lindo escuchar decir eso cuando apenas cumplimos un año de edad. Ahora son diecisiete años….
- Gracias mamá, gracias papá – les dije abrazándolos.
- Lastima que pases tu cumpleaños en la escuela.
- No es problema mamá, además me gusta estar con mis compañeros.
- Vamos, tengo que ir a dejarte y luego ir para mi trabajo – dijo mi padre.
Me despedí de mi madre, de mi pequeño hermano y salí.
“Mañana es el gran día hermosa, pronto ya no serás mi pequeña, serás… mi pequeña grande. “
Camino a la escuela recordaba como había sido el día de ayer, junto con Tom. Él ha estado extraño últimamente. Quizás será porque ya le he dicho dos veces que no quiero tener algo más con él. Debe estar aburrido de mí… ¿Qué diablos puedo hacer?, aún no estoy lista… Siento que algo pasará, algo me dice que no lo haga, pero, ¿por qué? Él es mi novio, no es algo fuera de lo normal.
- Estas muy pensativa, ¿qué pasa? – preguntó mi padre mirándome.
- Nada, nada papá no te preocupes… ¿Por qué paramos?
- Porque ya llegamos a tu escuela – me miró confuso – Hija, ¿de verdad no te pasa nada?
- No papá, adiós que tengas buen día – besé su mejilla y baje del auto.
Corrí hacia la escuela, hacia muchísimo frío afuera. En su interior el aire era más normal, ni comparado con el del exterior. Camine directamente hasta mi casillero. En su interior había un pequeño sobre. Me pareció extraño que alguien me dejara algo. Lo abrí y comencé a leerlo.
“Hoy es un día muy especial para nuestra querida compañera. ¡Feliz cumpleaños!, te deseamos lo mejor en tu día. A pesar de que solo llegaste hace un par de meses, para nosotros ha sido como si fueras nuestra compañera toda la vida. Gracias por enseñarnos español, te la debemos…
Te saluda con mucho cariño, todo tu curso.- “
Saque los libros de mi casillero y lo cerré. En el salón se encontraban todos los chicos.
- Gracias por la carta – sonreí ampliamente a todos.
Se pusieron de pié y fueron saludándome y felicitándome, algo que no me esperaba.
- ¡Feliz cumpleaños amiga! – me dijo Constanza.
- ¿Fuiste tu cierto?
- ¿Qué cosa? – preguntó mirándome extrañada.
- Tú le dijiste a todos que es cumpleaños, ¿no es así?
- Eh… bueno… si fui yo, lo siento – me sonrió y abrazo.
- No te preocupes – correspondí a su caluroso abrazo.
El día en la escuela transcurrió normal. Personas que no conocía se acercaron a saludarme. Era muy extraño, pero eran amables, así que agradecía a su saludo.
Al finalizar las clases me quede afuera de la escuela con Constanza y Rocío, ya que Tom pasaría por mí.
- Toda la escuela sabe que tienes novio – mencionó Rocío.
Separé la botella de mi boca y comencé a toser.
- ¡Qué! – exclamé asustada.
- Así es, ayer algunas chicas te vieron cuando llegó tu novio en auto y cuando te beso dentro de él – dijo ella.
- No puede ser…
- No te preocupes, nadie sabe que es…. – miro hacia los lados – Tom Kaulitz – susurró bajo Constanza.
- ¿Estas segura?
- Segurísima, además Tom andaba con unas gafas, con el gorro del poleron y muchas cosas, así que nadie noto que era él.
- (Tu nombre), ya nos tenemos que ir, lamentamos dejarte sola – me miró Rocío.
- No se preocupen, vayan, estaré bien – les sonreí a ambas.
- Adiós, nos vemos mañana – dijeron al unísono como siempre.
Poco a poco se iban alejando, quedando completamente sola.
Con los codos sobre mis piernas y mi cabeza en ambas manos, miraba hacia mí alrededor. Pasaban muchos autos, menos el que yo esperaba. Los minutos pasaban, transformándose en hora. Sentía como el frío traspasaba mi piel. Me daba por vencida, Tom ya no vendría por mí. Me puse de pie y emprendí rumbo hacia mi casa. A mi espalda siento detenerse un auto, la bocina tocaba, como llamándome. Voltee, creí que sería Tom que se había retrasado, pero no era él. Desde el auto me hico señas de “ven” con su mano. Me abrió la puerta, subí y la cerré.
- Ponte el cinturón – me dijo él.
Deje mi mochila bajo mis pies y abroché mi cinturón de seguridad.
- Me avisaron en ultimo momento que no podían pasar por ti y salí lo más rápido posible de mi casa, lamento la demora – me sonrió apenado.
Subí mi cabeza, tenía la mirada clavada al suelo. Giré mi rostro, encontrándome con una hermosa mirada. Me sumergí un largo tiempo en ella, era serena, tranquilizante, me daba confianza y a la vez paz. Solté un pequeño suspiro de mi boca y reaccioné.
- Gracias – le sonreí de medio lado.
- Vamos, arriba el animo, dame una sonrisa ¿si? – Me miró tiernamente – Por favor.
La ternura de su rostro provoco que en mis labios se formara una sonrisa.
- Así me gusta, te ves mucho más linda… Bueno ahora – encendió el auto – No sé a donde iremos pero, quiero pasear contigo.
Ni siquiera una llamada, un mensaje diciéndome que no pudo recogerme, nada. ¿Qué diablos pasa?, no es mi imaginación, últimamente Tom sí está extraño. ¿Dónde estará en estos momentos?, ¿qué estará haciendo?...
“(Tu nombre), te estoy hablando…. (Tu nombre)”, el eco de su voz resonaba por toda mi mente, se oía tan lejano, como lo estaba en estos momentos….
- ¿(Tu nombre)?... – Desperté de aquel pensamiento, sentía como me movían de los hombros. Reaccioné, encontrándome nuevamente con aquellos hermosos ojos - ¿Qué te pasa? Estas rara…
- ¿Eh?... – Cerré mis ojos apretándolos y los abrí lentamente – No me pasa nada, no te preocupes.
- Mm… - me miró sin creerme – Bajemos, hemos llegado al lugar – Bajo del auto caminando rápidamente hasta la puerta del copiloto – Baja – me sonrió dulcemente.
- Gracias – imité su acción, ahora con un poco más de animo - ¿Qué es esto?
- Es un parque de diversiones, ven vamos a divertirnos.
Tomo de mi mano y me llevo corriendo hacia los juegos. Gracias a él mis ánimos volvieron. Cada juego era una sonrisa más, un grito más, una nueva aventura, con mucha adrenalina, lo que necesitaba ahora. Pasamos una agradable tarde, por un momento olvide todo, mis problemas, olvide todo mi entorno. Solo éramos él, yo y la adrenalina.
- Gracias por darme una tarde entretenida, lo pase muy bien – le dije mientras comía mi algodón de azúcar.
- No me agradezcas, también lo pase increíble junto a ti – me sonrió – Por cierto… - Se paró frente a mi – Feliz cumpleaños.
Sus brazos rodearon todo mi cuerpo. Sentí una extraña sensación… Era como cuando Tom me abrazaba. Me sentía segura, protegida, amada… Algo en mí me hacia desearlo, no quererlo soltar nunca más.
- Gracias – ambos nos separamos.
- Vamos, te llevaré a casa.
El camino a casa no fue silencioso, al contrario, ambos hablábamos de diversas cosas. Estábamos tan entusiasmados hablando que mi acompañante casi pasa una luz roja.
Una vez que llegamos, él estacionó su auto fuera mi casa.
- ¿Por qué estacionas el auto? – pregunté mirándolo.
- Porque quiero entrar y saludar a tu madre – me sonrió – Vamos.
Ambos bajamos, saque las llaves de la casa y abrí la puerta.
- Mamá ya llegue – dije alzando la voz - ¿Mamá dónde estas?... – caminé por el pasillo, mi acompañante venía detrás de mí.
Antes de que pudiera pronunciar palabra, un grupo de personas saltaron gritando “Feliz Cumpleaños”, si no fuera por mi acompañante ya hubiera caído al piso por el susto que me llevé.
En el living se encontraban personas que conocía, entre ellos Constanza, Rocío, Steban, mi prima y los chicos, también habían algunos vecinos, y claramente no podía faltar mi querido amigo Evans. Todos se acercaron a mí y me saludaron dulcemente.
Mientras todos compartían aproveche de ir a mi habitación y cambiarme de ropa. Al salir me encontré en el pasillo con quien apenas hace algunos momentos había pasado una grata tarde.
- ¿Te gusto la sorpresa? – pregunto él.
- Claro, jamás me lo esperé… Un minuto… ¿es por eso que me llevaste a pasear?
- De alguna manera tenía que hacer tiempo para que las personas llegaran, pero definitivamente fue lo mejor haber salido contigo – ahí estaba nuevamente, su dulce sonrisa – Espero que se repita pronto.
- Créeme, se repetirá muy pronto.
Ambos sonreímos y bajamos las escaleras.
En el comedor estaban todos esperándome. Todos se veían muy felices. Hablaban, reían, incluso bailaban, a excepción de una persona, yo. Alguien fundamental faltaba, alguien que había esperado todo el día. Ese alguien era él, Tom. Busque con la mirada por si estaba entre algunas personas, pero nada.
- Vamos hija, es hora de la torta – menciono papá llevando a todos los invitados a la cocina.
La típica canción del cumpleaños feliz, esa donde todos sonríen felizmente, a excepción de uno mismo, que sonríe pero con una gran vergüenza en su interior.
“Pide un deseo”, grito uno que no sabía quién era. ¿Un deseo?... Mi deseo más grande en estos momentos era que Tom llegara y pasara lo que queda del día junto a mí, ese era mi gran deseo.
Un soplido de velas, un pensamiento perdido. Los aplausos de las personas, que estaban junto a mí, se oían tan lejanos. Mi mirada perdida, vagaba en la nada, buscando y buscando lo que no encontraba. Una mirada, la mirada de mi amado, como anhelaba ver sus ojos, besar sus labios, sentirlo cerca el día más importante de mi vida. Mis ojos nuevamente se posaron en aquellos ojos, aquellos que vi durante todo el día, esos que me dieron confianza. Él al notar que por fin había aterrizado me sonrió. Pero que hermoso, me hacía sentir tranquila, solo un poco más tranquila.
- ¿Te ha gustado la sorpresa? – Preguntó Constanza sentándose junto a mí.
- Claro, está linda – le sonreí.
- Que rica torta, buena elección – mencionó Rocío, sentándose también junto a mí.
- Es extraño, siento que alguien falta aquí… - dijo Constanza.
- Si yo también siento lo mismo… ¡Claro!, (tu nombre), ¿dónde está Tom? No lo he visto por ningún lado…
No era la única que extrañaba su presencia. Tom, Tom… ¿dónde estás?, ¿por qué no me llamas?...
“¿(Tu nombre)?”… “¿Te pasa algo?” La misma pregunta. Ya me estaba cansando, ¿es que no podía pensar?... Miré molesta a mis acompañantes y me puse de pie, ¿dónde iba?, no lo sé.
Los minutos pasaban. Minutos que se me hacían eternos.
La noche ya había caído. Los invitados aún festejaban, menos la festejada. Me sentía ridícula fingiendo una sonrisa, para aparentar estar bien, cuando no era así. El aire en la casa era tan pesado, que preferí salir de ella. Caminar sin rumbo alguno me ayudaba a distraerme, un poco. Pero que mentira, claro que no, mi cabeza estaba a punto de explotar. Pensamientos iban y venían.
Mirar al cielo, gris. Sentir como el frío aire de otoño chocaba contra mi rostro. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, provocando que temblara.
- Si sigues aquí vas a pescar un resfriado – mencionó a mis espaldas.
- No importa… Me gusta estar aquí… Disfruto de la noche…
- Disfrutas estar en soledad, ¿no? – dijo inmediatamente.
- Creo que si…
Sus pasos se escuchaban cada vez más fuertes. Ahora, estaba a mi lado.
- Que lastima, el cielo está muy nublado, no podremos ver ninguna estrella.
Giré mi cabeza, para mirarlo. Tenía su vista clavada en el cielo.
Mirarlo me hizo recordar a quien con tantas ansias quería ver. Su presencia me hacia sentir más tranquila. ¡Maldición Tom! ¿Qué paso?, ¿dónde demonios estás?
Los sollozos se escaparon de mi boca. Trataba de ocultarlos mordiendo mis labios y bajando la mirada.
- No escondas tu dolor, es malo. Si quieres llorar, hazlo. Aquí estoy yo, estoy para ti…
Solo esas palabras bastaron para que rompiera en llanto. Eso era justo lo que necesitaba, compañía. Sus brazos rodearon mi cuerpo, mi cabeza y brazos contra su pecho. Sollozos cada vez más ahogados salían de mi boca. Sentía un gran dolor en mi pecho.
No quería que este día llegara. No me gustan los cumpleaños, pero por primera vez había querido que ese día llegara. ¿Por qué?, porque creí que lo pasaría con la persona que más amo. Que estúpida… Si siempre he odiado los cumpleaños, ¿por qué justo ahora tenía que ser la excepción? ¡¿Por qué?! ¿Por él?... ¡Sí! ¡Fue por él!
- Por favor, ya no llores más… Se me destroza el alma verte así…
Su melódica voz, susurraba en mi oído pidiéndome reiteradas veces que cesara mi llanto.
- No llores por él…
¿Sabría acaso algo? Al parecer si… Pero ya no quería saber más de esto.
- Gracias… - susurré alejándome un poco de él.
- ¿Por qué? – preguntó mirándome confundido.
- Si no hubiera sido por ti, mi día habría sido el peor de todos. Gracias ti el día de hoy, sonreí, me divertí, me distraje viviendo la adrenalina en los juegos – ambos sonreímos - Eres increíble. Sabes… Sabes tratar a las personas de una manera tan especial. Gracias, por estar el día de hoy junto mí, por hacerlo especial. Gracias Bill…
Si hay algo que jamás podrán quitar de sus labios, es su hermosa sonrisa. Sus manos, acariciaban mis mejillas y a la vez quitaban las lágrimas que aún quedaban. Sus cálidos labios chocando contra mi piel. Un tierno beso dejó en mi mejilla.
- No tienes que agradecérmelo.
Nuevamente sus brazos rodearon todo mi cuerpo, sintiendo el calor, la protección, el amor, todo lo que no sentía el día de hoy.
La lluvia había comenzado a caer, quedando ambos empapados. Como por telepatía ambos miramos hacia el cielo, mojando nuestros rostros. Pude notar como Bill sonreía y bajaba lentamente su mirada, encontrándose con la mía.
Esto era extraño. Bill me hacía sentir algo similar a lo que siento por Tom. ¿Algo similar?, ¿qué cosa era?... Ambos tenían la misma intensidad en su mirada, sus facciones. Por un momento sentí que estaba en brazos de mi amor, pero no era él, sino su hermano…
- ¿Por qué estas abrazando así a mi novia?...
Por un segundo sentí que mi corazón se detuvo. Aquella voz, se escuchaba molesta. Inmediatamente giré mi cabeza. Y ahí estaba… Con un rostro molesto, y que a la vez expresaba confusión. En una de sus manos, un ramo de rosas rojas y en la otra, un puño cerrado, apretado con gran ira. Ahí estaba él. Tom.


_______________________________________________________

¡Hola Aliens! *-*, aquí les dejo otro capítulo… La verdad es que me costo hacerlo un poco, no sabía como expresarlo. Escribía, borraba, volvía a escribir y así estuve ajjajaja >.< , espero que les guste.
Chicas, he puesto la encuesta por si quieren que haga una segunda temporada :D, ahí ustedes eligen. Eso… Adiós Aliens, son las mejores lectoras *-*

5 comentarios:

  1. O.O siguelaaaaaaa....
    espero que tom tenga una buena excuxa por llegar tan tarde
    awww que no peleen..

    sueb prontooo.. me encantaria uan segunda temporada :)

    ResponderEliminar
  2. O: apareció el desaparecido!...Por que dejaste el cap ahí? T.T no ves que esta bueno e interesante u.u , espero que subas pronto :D y yo si quiero segunda temporada, ya vote :33

    ResponderEliminar
  3. noo komo lo dejas asi ahh
    ia kiero zabr xke tom se perdio todo el dia
    ii ke paza kon los twins
    plizz zube kapi pronto
    m nkanta tu fic
    n.n

    ResponderEliminar
  4. OMG! estuvo genial!!!
    amee el capitulo!!
    que rayos pasa con Tom? porq esta raro?
    porq aparece tan tarde?
    porque es tan inoportuno? (?)
    :O enojado con Bill????
    por un pequeño abrazo?
    ok esto si es extraño!
    espero con ansias el sig. cap
    please sube rapido please! please!!

    ResponderEliminar
  5. O______O
    No puede ser!
    Porque Tom la abandona !!
    & por colmo en su cumpleaños!! 7.7
    WAAA!
    & Bill tan tierno siemper esta ahí para que se vea feliz! :DD
    No puedoo esperar que pasara en tre Tom & Bill!
    Sube capitulo pronto! :DD

    ResponderEliminar