lunes, 19 de diciembre de 2011

Capítulo 24: “Esperaré lo que sea necesario”

Han pasado tres días desde que mamá dio a luz a Martín. Ella permaneció dos días en la clínica, pero hoy le dieron de alta.
Mi padre y yo nos levantamos muy temprano para ir en busca de ella. En la clínica mis padres antes de irse tenían que hablar con el doctor, tomaría tiempo, por esa razón salí a recorrer la clínica junto a Martín. Caminé hasta el casino, tenía la intención de saludar a Tomás. Por más que busque no lo encontré por ningún lado. Tomé asiento, ya me encontraba cansada, aún no me acostumbraba a tener a un bebé en brazos.
Acariciaba cuidadosamente sus suaves mejillas. Sonreía al ver como dormía. Realmente tenerlo junto a mí me hace sentir feliz.
- Es hermoso – escuche decir a mi espaldas.
Giré mi cabeza para ver a aquella persona. Ahí se encontraba a quien hace algunos minutos atrás buscaba.
- Tomás – exclamé al verlo.
- ¿Cómo estás? – pregunto sentándose junto a mí.
- Muy bien, gracias, ¿y tú?
- Feliz, muy feliz.
- ¿A si? ¿Por qué tan feliz?
- Bueno te contare, hace una semana atrás hubo una audición para una obra de teatro. Me llamo mucho la atención y bueno decidí participar. El jurado me dijo que me llamarían y darían la respuesta. Acaban de llamarme esta mañana y que crees… ¡Soy el protagonista! – exclamó con gran sonrisa.
- ¡No puedo creerlo! ¡Felicitaciones Tomás! Te daría un abrazo, pero como ves mis manos están ocupadas – reí
- Descuida….- sonrió - ¿(Tu nombre)?
- Dime – dije mientras arreglaba el gorrito de Martín.
- ¿Te gustaría… salir mañana? – pregunto con dificultad.
Lo mire por un momento. Su pregunta me había tomado de sorpresa.
- Me gustaría.
- ¿Eso es un si?
- Claro – sonreí
Así conversamos por un tiempo. Papá me había llamado diciéndome que me esperaba en el estacionamiento. Me despedí de Tomás y me paré con mucho cuidado para no despertar a Martín.
Cuando llegamos a casa mamá saludo a mi prima y Steban e inmediatamente se fue a dar una ducha. Yo con Martín en brazos me senté en el sillón junto a los chicos. Planeamos ir al centro comercial y salir a caminar, extrañábamos salir como solíamos hacerlo en nuestro país.
Le comente a mis padres sobre lo que teníamos planeado para hoy, ellos aceptaron y mi padre nos dio algo de dinero.
Fui hasta mi habitación, tome un bolso, en el eche las llaves, el dinero y mi celular. El día estaba nublado, así que me puse un abrigo y una bufanda.
Una vez listos salimos. Nos dirigimos a las afueras del condominio y tomamos un taxi.
- ¿Te gustaría que invitara a Rocío? – le pregunte a Steban mientras buscaba en mi celular el numero de ella.
- ¿Ro-cío…? Claro, claro, invítala – dijo tratando de mostrarse tranquilo.
Sonreí y le envié un mensaje a Rocío diciéndole que nos juntáramos en el centro comercial. Después de unos minutos llego su respuesta, sí iría.
Cuando llegamos al centro comercial mi prima y yo nos dedicamos a ver en las vitrinas la ropa de otoño. Nos probamos algunas prendas y terminamos comprándolas. Steban sólo se dedicaba a mirarnos y darnos su opinión, aun que no nos prestaba mucha atención, definitivamente ir de compras no era lo suyo.
Mientras pagábamos, Steban, quien estaba sentado, conversaba con una chica. No distinguí quien era, pero sabía como era Steban cuando se trataba de chicas, así que no le preste mayor atención.
Cuando salimos de la tienda lo interrogue.
- ¿Quién era esa chica? – Pregunte
- Oh nos viste, bueno ella es…
- ¡Hola! – saludo Rocío.
- ¡Rocío! – exclamé dándole un abrazo.
Rocío saludo a mi prima y luego a Steban, al momento de hacerlo sus mejillas se tornaron rosadas, Steban sólo sonrió pícaro.
Fuimos al patio de comidas ya que ninguno de los presentes habíamos almorzado. Comimos y charlamos un largo tiempo.
- ¿Me acompañarías al baño? – me pregunto mi prima con cara de “por favor”.
- Bueno – me dirigí a Steban y Rocío – Chicos iremos al baño, ustedes quédense aquí, no tardamos.
- Bueno – dijo Rocío.
Caminamos hasta el baño. Mientras que mi prima estaba en lo suyo, yo me lavaba las manos y me miraba al espejo. No mucho después llego al lado mío.
- ¿Tarde mucho? – pregunto lavando sus manos.
- No, nada.
- Oye, ¿Has hablado con Tom?
- No, no he podido hablar con él, pero ayer me envío un mensaje diciendo que tenía muchas entrevistas y que pasaba horas encerrado en el estudio junto a los chicos, que apenas tenía tiempo para respirar, pero me dijo que no me preocupara, que todos los día pensaba en mí y que si no me llamaba era porque no tenía tiempo.
- ¿Y eso no te afecta?, digo… ¿no te molesta o algo así?
- Claro que no, es parte de su trabajo y lo entiendo, no tendría por qué molestarme. Además no es necesario que me llame todos los días, él está ocupado. Claro que extraño hablar y estar con él, pero solo me queda esperar.
- Créeme estarán juntos muy pronto, el tiempo vuela y cuando menos te lo esperes lo verás – sonrió.
- Eso espero – me miré al espejo y me sonreí.
Ambas salimos del baño y nuevamente nos dirigimos al patio de comida, pero nos dimos cuenta de algo, ¡Steban y Rocío ya no estaban!
- ¿Dónde se abran metido? – pregunte.
Mi prima rió.
- ¿De qué te ríes?
- Hay querida prima, tu conoces mejor que nadie a Steban, y bueno a él le atrae Rocío, tú sabes que cuando él quiere algo hace lo posible por lograrlo y si a él le gusta Rocío, bueno hará lo posible por ganarse su corazón.
- Tienes razón, había olvidado de quien se trataba – ambas reímos.
- ¿Qué te parece si vamos a la playa? – propuso.
- ¿No crees que está muy helado para ir a la playa?
- Pero no iremos a bañarnos, sólo vamos a pasear, a tomarnos fotos, a divertirnos – sonrió - ¿Qué dices?
- Creo que me convenciste, vamos.
Salimos del centro comercial, caminamos hasta la parada de taxis. No tardamos mucho en llegar, el centro comercial se encontraba muy cerca de la playa.
Ambas caminábamos por la arena y recogíamos las caracolas que se encontraban votadas.
- ¡Mira que grande es esta caracola! – Exclame alzándola – Se la regalaré a Tom cuando vuelva de Alemania.
- ¡Yo le regalaré esta caracola a Gustav! – Exclamó y luego me miro, sus mejillas tomaron un color rojizo – Oh por Dios que he dicho – cubrió su rostro con sus manos.
- ¡Oh si que has dicho! ¿Te gusta Gustav?, pero yo creí que te gustaba Bill, no entiendo.
- Si, digo, no, lo que sucede es que me di cuenta de que me gusta Bill, pero no de esa forma, sino que me gusta como trata a las personas, ¿me entiendes?
- Si, creo que te entiendo, pero entonces dime, ¿cómo es eso de que te gusta Gustav? – pregunte sentándome en la arena.
- Bueno… - dijo sentándose junto a mí – Hace algunos días atrás estaba conversando con Bill, en ese momento llego Gustav y se integro a la conversación, Tom llamo a Bill y se tuvo que ir, dejándome sola con Gustav. Así fue como comenzamos a hablar, ambos tenemos muchas cosas en común y nos entendimos muy bien – ella sonrió – Desde ese día no he dejado de pensar en él, parece increíble, pero él llamo mi atención.
- ¡Mi prima se ha enamorado! – Exclamé feliz y la abrace – Gustav es un buen chico, estoy segura que se llevaran muy bien. ¿Sabes? Con todo esto me dan más ganas de que el tiempo pase y los chicos vuelvan.
- Tranquila mujer, mientras más pienses en eso y más lo desees, el tiempo se te hará más eterno.
Pasamos toda la tarde en la playa, nos divertimos muchísimo. Al volver a casa nos encontramos con Steban en la entrada del condominio.
- Creí que saldríamos todos juntos – dije recalcando el “juntos”.
- Lo siento, pero quería estar a solas con ella – se excuso.
- ¿Qué hicieron? – preguntó mi prima con cara pervertida.
- No les diré nada, no por ahora – rió.
- Ok, mejor entremos que está haciendo más frío – abrí la puerta y entramos.
Desde afuera podía oír los llantos de Martín. Papá se encontraba con él en brazos.
- Hola papá – saludé dándole un beso en la mejilla.
- Hola hija, me alegro mucho que hayas llegado.
- ¿Por qué lo dices?
- Tú madre fue al supermercado y aún no llega, antes de que saliera dejo durmiendo a Martín, pero ahora despertó y no sé que hacer.
- Pero, ¿qué tiene que ver eso con que haya llegado? – pregunté aún sin entender.
- Bueno, quiero que lo cuides por un momento – extendió sus brazos y deposito al bebé en los míos.
- Yo me aré cargo de este pequeño, descuida, a papá se le olvido cuidar a bebés, pero yo como tu hermana mayor te cuidare todo el tiempo – le decía a Martín, él solo me miraba, ya había dejado de llorar.
- Es increíble, ¿cómo es que puedes calmarlo y yo no?
- No lo sé, quizás él me quiere más que a ti – reí.
Cuando mamá había llegado le ayudamos a ordenar las cosas, luego preparamos la cena y comimos. Papá lavo la loza y los demás nos preparábamos para irnos a dormir.
Dormía tranquilamente, hasta que Martín comenzó a llorar. Luego pasos que iban y venían desde el primer piso, cantos para hacerlo dormir. Así fue repetido este acto más de tres veces por la madrugada.
Díez de la mañana, nuevamente lo mismo. Decidí levantarme y darme una ducha, larga, muy larga para despertar. Me vestí y maquille un poco, necesitaba cubrir todo el sueño que demostraba. Bajé al primer piso, directo a la cocina. Ahí estaban papá y mamá con mi hermano en brazos.
- Buenos días hija – saludaron mis padres.
- ¿Cómo dormiste? – pregunto papá.
- ¡Cómo dormí!, hay papá si a eso le llamas dormir, entonces dormí de maravilla – refunfuñé irónica.
- Lo sentimos hija, pero tendrás que acostumbrarte, así será hasta un par de meses más.
- Bien… creo que puedo aguantarlo, después de todo yo era la que con más ansias deseaba que naciera pronto – sonreí y puse mis manos en mi rostro.
- Si tienes sueño puedes dormir en la tarde – recomendó mamá dándome algunas tostadas.
- Creo que no podré – dije mientras me preparaba una taza de té.
- ¿Por qué, tienes algún compromiso? – pregunto mamá.
- Sí, me invitaron a salir.
- ¿Cómo es eso de que te “invitaron a salir”? ¿Quién te invito? – comenzó papá con sus interrogantes.
- Un chico – susurre tomando un sorbo de mi té.
- ¡Un chico! – Exclamó - ¿Qué chico?, ¿lo conozco?
- No, no lo conoces porque nunca fuiste al casino de la clínica.
- ¿En la clínica?
- ¿Cómo es él? ¿A qué se dedica? – preguntó mamá sonriendo, se veía interesada.
- ¡(nombre de tú mamá)!, ¡no me estas apoyando! – refunfuñó papá.
- (nombre de tú papá), tú hija ya no es una niña, pronto cumplirá diecisiete años.
- Pero, pero…
- Nada de peros.
Así hablamos hasta que terminamos. Más tarde bajaron los chicos, ya que al igual que yo no habían dormido casi nada en toda la noche.
Mis padres decidieron salir junto a mi hermano. Steban salió junto a Rocío al cine. Por mi parte yo me quede en casa con mi prima. Ambas estábamos en nuestras habitaciones. Había recibido una llamada de Tomás, quien me había preguntado la dirección ya que pasaría por mí. Sólo le dí la dirección del condominio. Él pasaría por mí a las seis de la tarde.
Después de hablar con Tomás mi prima había golpeado la puerta de mi habitación.
- ¿Puedo pasar? – pregunto desde afuera.
- Claro que sí, entra.
- ¿Qué haces? – se sentó en la cama, junto a mí.
- Hablaba con Tomás, ayer me invito a salir.
- ¿Si?, vaya. Cuidado eh, recuerda que tienes novio – sonrió.
- Lo sé y no engañaría a Tom, no quiero y no tengo pensado hacerlo.
- Tú no, pero cómo sabes si el tiene otras intenciones.
- Cómo crees, solo nos conocemos de hace cuatro días.
- Tiempo suficiente como para que alguien se enamore de ti. ¡Abre los ojos!, eres muy linda prima y cualquier hombre querría conquistarte.
- No quiero que pase eso, yo no siento nada por él, sólo tengo ojos para Tom y para nadie más.
- Lo sé, es por eso que te digo que tengas cuidado.
- Gracias, lo tendré en cuenta – le sonreí.
- Bueno, tocando otro tema, ¿sabes lo que pasará en dos semanas más?
- No, ¿qué pasará?
- ¡Será tu cumpleaños! – exclamó.
- Oh es cierto, lo había olvidado – reí.
- Creo que ya no te entusiasma cumplir años.
- No, no es eso, es solo que lo había olvidado.
- ¿Lo celebraras?
- No lo sé, creo que no, pero me gustaría muchísimo que para ese día Tom estuviera de vuelta en Los Ángeles.
Así pasé la tarde junto a ella. Cuando ya faltaba menos de las seis de la tarde comencé a alistarme. Una vez lista salí hasta la entrada del condominio. Me hubiera gustado mucho hablar con Evans, pero le habían dado unas mini-vacaciones.
Un auto rojo paro frente a mí. La ventana del copiloto comenzó a decender. Desde dentro del auto se encontraba Tomás, quien hacia señas para que entrara. Abrí la puerta del copiloto, me senté y salude a Tomás.
- ¿Cómo estás? – pregunto él.
- Bien, gracias – dije mientras abrochaba mi cinturón de seguridad.
En el camino no hablamos mucho, me dedique a ver el paisaje.
Tomás me había llevado a comer a un lugar muy bonito. Era una especie de restaurante, dentro de él era todo natural, lleno de plantas, flores, incluso había un pequeño estanque con peces.
El tiempo que estuve junto a él se me hizo muy grato. Me contaba diversas cosas de su país natal, Colombia. Por mi parte le contaba cosas de mi país. No paso nada fuera de lo normal, eso me gustaba, ya que le tomé un gran cariño a Tomás, un cariño de amigos.
Cuando volví a casa mis padres se encontraban cenando. Steban aún no llegaba de su salida con Rocío. Mi prima estaba en su habitación, así que decidí hacerle compañía.
- ¿Puedo entrar? – pregunte desde fuera.
- Claro – respondió ella.
Entre y cerré la puerta. Me senté en la cama junto a ella.
- ¿Cómo te fue? – pregunto ella mientras ojeaba una revista.
- Bien, la pase muy bien, Tomás es un buen chico y no paso nada fuera de lo normal.
- Por ahora todo va bien, espero que siga así – rió.
- Y tú, ¿qué hiciste toda la tarde? – pregunté mientras veía como miraba la revista.
- Pues, salí a un quiosco y compre dos revistas, cuando llegue pretendía leerlas, pero Gustav me llamo por celular y bueno, charlamos por un largo rato – sonrió con la típica sonrisa de enamorada.
- Oh con que Gustav… - la molesté - ¿Cómo está?
- Él está bien, dijo que los días habían sido muy agotadores, pero hoy tuvieron un pequeño descanso por la tarde.
- Que bien – me senté en la cama, frente a ella - ¿Qué lees?
- No lo sé, acabo de comenzar a ver esta revista, si quieres puedes ver la otra – dijo pasándome la revista que se encontraba a su lado.
Comencé a hojear la revista. Salían muchas cosas de Hollywood. Las próximas películas que se estrenarían en el cine, famosos, etc.
- ¡Mira! – Exclamó mi prima mostrándome su revista - ¡Son los chicos!
Mire las páginas. Ahí se encontraban unas fotografías de los chicos. En una de ellas salían ellos con la entrevistadora.
- ¿Qué dice? – pregunté.
- Veamos… El título dice: “Tokio Hotel prepara nuevo álbum”… El subtitulo dice lo siguiente: “Después de meses han vuelto Bill y Tom a Alemania. Además junto a ellos llegaron Gustav y Georg, quienes habían pasado unas vacaciones en Los Ángeles”.
Ahora comienza la entrevista, ¿quieres que la lea?
- Claro, continua.
- Bien… La entrevistadora les pregunta a los chicos cómo se sienten después del largo viaje que tuvieron. Bill respondió que se sienten muy bien y contentos de haber llegado a su país natal, aun que el viaje fue agotador, pero aún así llegaron con muchas energías.
La siguiente pregunta dice: “Han comenzado a trabajar en un nuevo disco, ¿qué pueden contarnos?”.
Bill respondió: “No podemos contar mucho, ya que solo hemos comenzado a trabajar hace apena unos días, pero podemos decirte que será muy diferente a los álbumes anteriores. Nos dedicaremos mucho a él, queremos que quede increíble.” Entrevistadora: “Bill, veo que te has cortado más el pelo, ¿por qué decidiste cortártelo?”.
Bill: Bueno, quería cambiar el look, tu sabes, me gusta cambiar mucho, experimentar cosas nuevas. Hay veces en que me aburro y me digo “bien Bill veamos cómo queda esto”, y lo hago.
Entrevistadora: ¿Qué opinas acerca de este look Tom?
Tom: Creo que Bill quiere verse lindo, quiere parecerse más a mí, pero es algo imposible, todos saben que soy más hermoso que él.
Entrevistadora: ¿Crees que Bill es feo?
Tom: Claro (todos ríen)
Entrevistadora: ¿Ustedes que opinan? (A Georg y Gustav)
Georg: Creo que Tom está loco, todos saben que soy el más lindo del grupo.
Bill: Estoy de acuerdo.
Gustav: También yo.
Entrevistadora: Bien… Han estado mucho tiempo fuera de cámaras y de la televisión. En ese tiempo, ¿alguno de ustedes ha conocido a alguien especial? (Se forma un silencio. Ellos se miran entre si y luego ríen)
Bill: Por el momento no, aún estoy en busca del amor de mi vida.
Georg: Yo ya tengo a mi novia.
Entrevistadora: ¿La amas?
Georg: Muchísimo (Sonríe)
Entrevistadora: Y tú Gustav, ¿alguien especial?
Gustav: Por el momento no, aún.
Entrevistadora: Tom, ¿qué me dices tú? ¿Aún sigues con “el amor de una noche”?
Tom: No, creo que eso quedo en el paso.
Entrevistadora: ¿Por qué? ¿Algún motivo especial?
Tom: Sí, así es, pero por ahora no diré nada.
- Espera – dije antes de que siguiera leyendo.
- ¿Qué pasa? – pregunto ella.
- Me están llamando – miré la pantalla de mi celular – Es Tom, ya vuelvo – Me paré y me dirigí a mi habitación.
- Hola Tom – saludé mientras cerraba la puerta.
- Hola linda, ¿cómo estás?
- Muy bien, y ¿tú?
- ¡Genial!, me acabo de enterar de algo muy importante.
- ¿A si?, ¿de qué cosa?
- ¡Que en dos semanas más es tu cumpleaños! - exclamó.
- A eso, sí, así es.
- ¿No te emociona?
- Claro que si, pero…
- Pero, ¿qué?
- No estarás presente… Me hubiera gustado mucho que estuvieras ese día junto a mí.
- Lo siento mi pequeña, pero no sé cuanto tiempo tardaremos en preparar todo.
- Lo sé, no te preocupes Tom. Esperaré lo que sea necesario.
- Eres tan linda, no sabes cuanto deseo tenerte junto a mí.
- También yo… Tom.
-¿Si?
- Antes de que me llamaras mi prima me estaba leyendo una entrevista que tuvieron hace poco.
- Oh, si ya leíste esa parte en donde la entrevistadora me preguntó si tenía a alguien especial y no dije nada no fue porque me diera vergüenza o algo así. No quise decir nada porque si se llegan a enterar de que tengo una relación seria no descansarán hasta averiguar quién es mi novia y, no quiero que te molesten. Por el momento, quiero mantenerlo fuera de prensa. No te molestes por favor.
- ¿Cómo molestarme?... Gracias Tom, realmente te preocupas mucho por mí. Y con respecto a nuestra relación, no te preocupes, si prefieres mantenerlo fuera de prensa y todo eso, por mi no hay problema, es tu decisión.
- Gracias por entenderme linda…
Minuto tras minuto pasé hablando con la persona que más quiero. El tiempo vuela cuando hablamos. No podemos medir límites, es algo imposible. Si no fuera por el bostezo que escuchó Tom salir de mi boca aún estaría hablando con él. Pero me obligo a que durmiera.
Antes de irme a la cama, baje al primer piso en busca de mis padres. Ellos estaban en la cocina, conversando.
- ¿Puedo hablar con ustedes? – pregunté.
- Claro – respondieron.
- Quería hablarles sobre la escuela, me gustaría volver, ¿creen que sea posible?
- Justamente hablábamos de eso y queríamos saber si querías ir mañana a la escuela, queremos hablar con el director nuevamente para ver si puedes ingresar – menciono papá.
- Entonces, mañana mismo iremos.
- A las diez de la mañana tienes que estar lista – dijo mamá.
- Bien, entonces me iré a dormir. Adiós, los quiero.
Me despedí de mis padres e inmediatamente subí al segundo piso. Me despedí de mi prima y me disculpe por haberla dejando sola. Steban estaba duchándose, por lo que no entre a despedirme de él.
Una vez con mi pijama puesto acomodé las frazadas y me acosté. Mañana será un nuevo día…
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- Oh chicas lamento muchísimo la tardanza. De verdad, me avergüenzo mucho >.<. Mis razones tengo por haberme demorado tanto tiempo. La primera es porque se llevaron mi computador por más de una semana. El otro motivo fue porque estaba preparando una presentación que tuve para el día de mi licenciatura, gracias a Dios salió todo hermoso. El capítulo lo tenía casi listo, pero por el motivo de que se llevaron mi computador no puede seguir escribiendo. Espero que entiendan y que no se enojen. Les informo que ya he salido con vacaciones, así que… ¡Subiré más seguido!

- ¡Chicas! ¿Qué les parecen las nuevas fotos que han salido? ¿No creen que son lindas? Sinceramente me encanta el color de pelo de Bill *-* Y por Dios, ¡su abdomen! Cada día me sorprende más y más Bill. También me alegro muchísimo de saber que Gustav y Georg están bien, porque no sabíamos mucho de ellos.
Eso sería chicas, que tengan lindos días, cuídense mucho y espero que les guste el capítulo, porque la verdad a mí no me gusto, pero pronto se vendrá lo bueno, así que esperen… Son las mejores lectoras del mundo, las adoro ♥, adiós.




(No sé ustedes, pero a mí me encanta esta foto *-*)

5 comentarios:

  1. al fin subes...!!
    esat genial la fic..
    y als fotos dios mioo estan guepizimos...
    sube prontoooo bye cuidate :)

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  2. primero el kapi esta inkreible
    lo ame

    ii la new pic wow Bill m djo kon la boka abierta haha se ve gnial ii ahora ya se ve supr markado

    :Q____

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  3. me encanto el capitulo!!
    sube pronto!!
    PD: tambien me encanta el nuevo color de cabello de bill :D se ve genial!

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  4. waaaaaaaaaa!
    El cap te quedo genial! :DD
    Me moría por leerlo!
    Siguela pronto porfiss! C:

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  5. heeey soy nueva lectora!!
    me gusta mucho tu fic siguela pronto
    es muy genial como escribes felicidades!!!
    cdt und küsses

    Miich Kaulitz Sixx'

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