jueves, 6 de octubre de 2011

Capítulo 18: ” Sorpresa”

Esa tarde estuve con él solo por un corto tiempo, ya que había salido sin avisarle a mamá. Tom me había dejado hasta la entrada de mi casa. Antes de irse, me había mencionado que para el día siguiente me tenía una sorpresa y que sería un día muy especial. Odio cuando hace eso. Me deja con una enorme intriga.
Al entrar a casa, me di cuenta de que papá ya había llegado. Lo saludé como lo hacia todo los días, con un gran abrazo. Antes de que pudiera preguntarle como había sido su día, se adelanto y me informo que tenía una noticia que seguro me gustaría. Obviamente pregunte de inmediato de qué se trataba. Me había dicho que en dos días más vendrían a visitarnos mi prima junto a mi mejor amigo. ¡Genial!, ahora estarán junto a mí las personas que más extrañaba. Esa noche la pasé junto a mis padres viendo una película. Cuando finalizó nos fuimos a dormir.
Hoy me desperté muy temprano. Una vez despierta me es difícil volver a conciliar el sueño, por esa razón me levante y me di una ducha. Al terminar baje a preparar mi desayuno, que solo consiste en una rica taza de leche. Como aún nadie despertaba (claro era día sábado), salí al jardín a tomar un poco de aire y aprovechar el rico sol de otoño.
Afuera ya se encontraban, como todos los días mis vecinos, ya sea regando el pasto, paseando a sus perros o simplemente sentados en sus bancas que se ubicaban bajo los árboles.
- Pero miren nada mas a esta hermosa señorita, ¿cómo has estado pequeña?, hace mucho tiempo que no te veía – saludo mi vecina.
- Así es señora Berenice ha pasado tiempo. Estoy muy bien, gracias. ¿Y usted?
- Estoy muy bien – sonrió – Y tu madre, ¿ya tuvo al bebé?
- No aún no, el próximo mes lo tendrá.
- Pero mi niña si hoy es el último día del mes – exclamó
- Eso significa…
- Que el bebé nacerá en uno de estos días – dijo apretando sus manos en forma de alegría.
- Lo había olvidado – dije tomando mi frente
- Así veo – sonrió – Mm… pequeña ¿puedo pedirte un favor?
- Claro – respondí al instante.
- ¿Puedes ir a dejar esta manguera a la casa de los jovencitos Kaulitz?, el otro día se la había pedido a uno de ellos para lavar mi auto y no he tenido el tiempo de devolverla.
- Oh si claro, con gusto iré
- Muchas gracias pequeña, eres un amor, y dile que muchas gracias.
Me despedí de ella y emprendí marcha.
Cuando llegue hasta la casa. Toqué el timbre. Pero nadie apareció. Nuevamente toqué, pero obtuve los mismos resultados. Al parecer aún dormían. Resignada a que no abrirían, voltee para irme. Pero en ese momento escuche gritar desde dentro de la casa un “ya voy”. Nuevamente voltee pero esta vez en dirección hacia la puerta.
- ¿En que lo puedo ayudar? – pregunto con una dormilona voz.
- Lo siento Bill, no sabía que aún estabas durmiendo – me excusé avergonzada.
- No te preocupes – rió mientras refregaba sus ojos - ¿Qué te trae por aquí?
- Oh si… La señora Berenice me pidió que te trajera la manguera que le habían prestado la otra vez. Dijo que muchas gracias – sonreí
Él imito mi acción y tomo la manguera.
- ¿Quieres pasar?
- Oh no, sólo vine a eso.
- ¡Vamos!, además ahora no creo que duerma más – sonrió
- Pero…
- Nada de peros – interrumpió a la vez que tomó de mi brazo y me entro a su casa.
- ¿Aún duermen? – pregunte.
- Al parecer sí, pero cuando me levante a abrir la puerta, Gustav se encontraba en la ducha – menciono Bill mientras se dirigía a la cocina.
Yo le seguía por detrás.
- ¿Quieres comer algo? – pregunto mientras preparaba café.
- No Bill, gracias – sonreí
- Bueno pues yo si, ¡muero de hambre! – exclamó tocando su estomago.
- Yo también – agrego Georg, quien entraba a la cocina.
- Eso es normal en ti – comento Bill.
- Muy gracioso Bill – dijo irónico. Puso su mirada en mi y se acerco – Hola (tu nombre)
- Hola Georg – saludé dándole un abrazo al cual correspondió.
- Qué gusto verte
- El gusto es mío. Me alegro mucho que te haya recuperado – mencioné
- Gracias – sonrió
- Creo escuchar la voz de la niña más tierna de este mundo, ¿es así o alucino? – pregunto alguien mientras bajaba las escaleras.
- Escuchaste bien Gustav – dijo Bill tomando un sorbo de su café.
- ¡(Tu nombre)! – Exclamó abrazándome
- ¡Hola Gus! – saludé correspondiendo su cálido abrazo.
- ¿Cómo estas? – mientras se sentaba a un lado de Georg.
- Bien, muy bien – sonreí - ¿y tú?
- Con mucha hambre. Pero estoy bien – soltó una leve carcajada.
Conversamos un tiempo. Por algún motivo me sentía rara. Estaba inquieta.
- Bill
- ¿Si?
- ¿Puedo ir al baño? – pregunté con algo de vergüenza.
- Pero claro que sí – rió
Me retiré de la mesa. Me dirigí hasta las escaleras, subiéndolas a saltos. Al llegar arriba, divisé seis habitaciones. Tres de ellas se encontraban con sus puertas abiertas. No sabía cual era el baño, así que comencé a mirar las habitaciones.
Me sentía como una espía. Una intrusa. Pero para hallarlo tenía que buscar.
No era ninguna de las habitaciones abiertas, ya que en ellas pude ver camas deshechas. Me dirigí hasta una habitación que se encontraba al lado izquierdo. Cuidadosa y silenciosamente abrí la puerta. En ella se encontraban muchas guitarras, algunos bajos, una batería y tres micrófonos. Cerré la puerta y de la misma manera abrí la puerta que se encontraba a mi lado derecho. En ella la luz era escasa. Los rayos de sol apenas entraban por las pequeñas aberturas de la cortina.
Cuando mis ojos pudieron adaptarse bien a la falta de luz, pude notar que alguien se encontraba ahí. Estaba durmiendo. Me acerque un poco, para poder apreciar bien. En aquella cama se encontraba mi delirio. Tom. Realmente se veía hermoso. En su rostro se podía notar paz, tranquilidad. Se veía inocente.
Cuidadosa y delicadamente, acaricié su mejilla. Esta se encontraba calida. Sonreí torpemente. Me alejé de él y salí de su habitación. Cerré cuidadosamente la puerta. Me dirigí hasta el fondo del pasillo. Ahí se encontraba mi última opción. Abrí la puerta, entre y cerré con seguro. Abrí la llave. Coloqué mis manos por donde caía el agua. Cogí un poco y moje mis mejillas. Me miré al espejo que se encontraba frente a mí. Arregle un poco mi pelo y nuevamente coloqué mis manos bajo la llave, pero esta vez para beber un poco de agua. Cerré la llave y sequé mis manos. Saqué el seguro y abrí la puerta.
- ¡Mi pequeña! – grito
Aquello provoco que dejara salir un brinco del susto, acompañado de un gran grito. Tom comenzó a reír a carcajadas.
- ¿Por qué te ríes? – exclamé furiosa.
- Es que… tú… y el grito… y saltaste – decía mientras aún reía.
- No le veo lo gracioso Tom – mencione molesta
- ¿Te enojaste? – preguntó en tono burlón.
- No
- ¡Si te enojaste! Mi pequeña no fue mi intención asustarte, solo quería darte una sorpresa
- Vaya sorpresa – dije irónica
- Lo siento – sonrió – Es que estaba durmiendo y de pronto entre sueños sentí que un ángel acariciaba mi mejilla. Se sentía tan real. Desperté pensando en aquello. De pronto en el aire siento un aroma que se me hacía muy familiar. Seguí los rastros de aquel exquisito aroma. Y lo encontré. Ahora veo que no fue un sueño, todo fue real. Y encontré a aquel ángel. En estos momentos se encuentra frente a mí. – Sonrió y me abrazo – Mi día ya a comenzado hermoso, y espero que así termine.
Beso mi frente, y suavemente comenzó a acariciar mi cabello.
- Bueno – dijo apartándose de mi - ahora me daré una ducha, no tardo.
- Bueno – voltee para bajar.
- Oye
- ¿Si? – giré mi cabeza hacia él.
- No te vayas, o sino me enojaré – advirtió serio. Luego rió
- No me iré Tom – sonreí
Baje las escaleras y me dirigí a la cocina. Los chicos ya no se encontraban ahí. “Estamos en el living” grito Bill. Camine hasta el living, en el cual se encontraban los chicos.
- ¿Qué hacen? – pregunté curiosa.
- Jugaremos Nintendo Wii Sport – exclamo Bill aplaudiendo.
- ¿Quieres jugar? – pregunto Georg mientras instalaba el juego.
- No gracias, paso – dije
- Entonces toma asiento y aprecia mi victoria – dijo en un tono orgulloso Bill
- Si Bill, sueña. No ganaras – mencionó desafiante Georg.
- Ya lo veremos – contestó
- 3…2…1 ¡A jugar! – Exclamaron al unísono
- Parecen unos verdaderos niños – menciono Gustav, quien se encontraba sentado junto a mí.
- De vez en cuando es bueno tener su momento de niñez – sonreí mientras veía a los chicos jugar.
Mientras jugaban, Gustav y yo nos reíamos de los fracasos de Bill. De reojo divisé a Tom, quien se encontraba en el marco de la entrada al living. Hizo una seña de “ven” con su mano. Me disculpé con Gustav y le dije que iría a la cocina.
Me levante del sillón, pero al ver nuevamente el marco, Tom no se encontraba. Camine por el pasillo que daba a la cocina. Entré, pero tampoco lo divisé. Camine hasta la gran ventana que daba la salida al patio. Mire hacia fuera, pero nada. De pronto sentí como unos brazos rodeaban mi cintura y un mentón se posaba sobre mi hombro derecho.
- ¿A quién buscas?
- A ti
- Pues, aquí estoy… - susurro a mi oído.
Sentir su aliento chocar contra mi oreja provoco que mi piel se erizara por completa. Voltee para poder apreciar mejor su rostro. Él suavemente acariciaba mi mejilla. Yo sólo tocaba su pecho. Poso su mirada en mí, y tiernamente me sonrió.
Ahí estábamos de nuevo. Besándonos. Expresando el cariño que nos teníamos mutuamente. Su hermosa sonrisa, dio fin a aquello.
- A las cuatro de la tarde pasaré por ti. Te daré una sorpresa.
- Tom, no es necesario…
- Shh…- me calló – Para mi sí lo es, y te la daré.
Nos abrazamos y despedimos. Si. Tenía que volver a casa, mis padres se preocuparían por mí. Me despedí de los chicos, quienes aún jugaban y salí de ahí.
Mis padres no se molestaron. Sabían que estando dentro del condominio nada malo podría pasarme.
Mi padre propuso salir a comer a un restaurante. Subimos al auto y nos dirigimos al centro de la ciudad. Como típico de día sábado, la ciudad se encontraba repleta de personas. Pero eso no impidió que comiéramos.
Al terminar, volvimos a casa. Eran alrededor de las tres de la tarde. Aproveche mi tiempo libre para cambiarme de ropa y arreglarme el pelo. Baje al primer piso y me dirigí al living. Prendí la televisión para rellenar al tiempo sobrante, mientras llegaba Tom. Le mencioné a mamá que saldría con él. Ella sonrió y comenzó a molestarme. Y, acepto. Decía que Tom era un buen chico y confiaba que no me pasaría nada malo. Me alegra saber que mamá piense así. Me gustaría que papá también tuviera esa manera de pensar… Difícil.
Al escuchar el sonido del timbre, apague la televisión y fui a abrir la puerta. Era él.
- Que linda te vez – sonrió
- Gracias Tom… Tú también te vez lindo… - mencione algo avergonzada.
- ¿Vamos? – pregunto ofreciendo su brazo.
- Vamos – afirme, tomándolo.
Caminamos por todo el condominio. Tom me guío hasta un lugar que para mi no existía hasta ahora. Caminamos hasta el final del recinto. Era una especie de bosque. Era extraño, jamás creí que más haya de mi casa se encontraba una especie de bosque. El lugar tenía muchas rocas, las cuales hacían que tropezara. Tom lo notó y me tomo de la cintura, apegándome hacia él. Llegamos hasta un lugar vacío. Frente a nosotros solo se encontraban árboles y ramas.
- Detrás de estas ramas hay algo. Nunca he traído a nadie aquí. Solo Bill y yo sabemos de la existencia de este lugar. Espero que te guste.
Soltó mi cintura y tomo las ramas que se encontraban frente a nosotros. Las movió hacia un lado dejando entrar algunos rayos de sol desde el otro lado. “Adelante” dijo extendiendo su mano. Camine y traspasase aquello.
En mi vida había visto aquello. Era hermoso. Un paraíso. Jamás paso por mi mente que en el lugar que vivía había algo tan hermoso.
- Es hermoso Tom, realmente lo es.
- Eso no es todo. Ven sígueme.
Tomo de mi mano y me dirigió hasta la orilla de aquella laguna. Ahí se encontraba un mantel con diversas cosas para comer.
- Esto es una especie de “picnic”. Yo lo hice. Quería pasar un tiempo a solas con tigo, sin que nadie nos molestara y viera. Espero que te guste – sonrió.
- No me gusta. – Me miró asustado – Me encanta, es lo más hermoso que alguien haya hecho por mí.
Sonrió y me abrazo. Ambos nos sentamos y comenzamos a hablar.



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¡Hola! Lamento MUCHO la tardanza >.<, pero ahora si tengo más tiempo. El capítulo es algo corto, pero salía muy largo si lo escribía todo. Prometo que el próximo sí será más largo. Ahora me voy ya que es tarde y bueno… me están retando jajaja >.<.
Muchas gracias por sus comentarios. Me hacen muy feliz :D. Sin duda son las mejores, las adoro ♥.

5 comentarios:

  1. aaaaww... me encantooo el cap... todo es hermoso y perfecto entre tom y yo (?) jajaja ...siguela :3 ES HERMOSO TU FIC siguela prontoo!!

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  2. me gusta demasiado tu fic!
    sube pronto porfaa!! en verdad amo tu fic, es tan linda, tan agradable, es hermosa!! subee pronto!! XD

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  3. Owwwwww!
    Adoro tu fic! *-*
    Y este capitulo estuvo genial! :DD

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  4. Me encanto
    Sigue pronto, cada capitulo es mejor (:

    Isi

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